Curiosity. El Rover de última generación enviado a Marte el año 2012
Curiosity es el nombre abreviado de la Mars Science Laboratory, el Rover de última generación que envió la NASA a Marte el 26 de noviembre del año 2011, y que durante 8 meses viajó por el espacio para llegar a Marte el día 6 de agosto de 2012. Su diseño, moderno y robusto es el resultado de lo mejor de la ingeniería moderna y el coste completo de la misión de alrededor de 2.500 millones$.
Su aterrizaje prometía ser una proeza de la ingeniería moderna, y fue calificado como «los siete minutos del terror» por su especial complejidad. Para generar mayor expectación mucho antes del lanzamiento de la nave espacial, se prepararon vídeos de calidad con animaciones por ordenador para ilustrar el viaje y la complejidad de esta operación.
Por supuesto, los vídeos levantaron gran expectación y fueron reproducidos por buena parte de las cadenas de TV del mundo.
Curiosity. El momento definitivo
Tras ocho meses, el viaje espacial llegó a su fin y el aterrizaje fue un éxito. Cuando todos esperábamos por fin la llegada de vídeos o fotografías a la altura de las expectativas de hoy, o al menos de cualquier vídeo de mediano atractivo de los que cualquier chico de 12 años puede colgar en Youtube con sus vacaciones, nos encontramos con una proliferación de materiales de comunicación que sólo podemos calificar como «sorprendente».
Vídeos borrosos y construidos montando una foto tras otra
Como si estuvieramos asistiendo a las viejas películas rodadas en blanco y negro, fotograma a fotograma, el vídeo del aterrizaje del Curiosity se obtiene como una secuencia de fotogramas con un foco limitado y una calidad más que dudosa.
Aún con todo, a día de hoy este vídeo cuenta con casi 4 millones de reproducciones, o de sufridas personas inquietas con los avances de la ciencia.
Fotografías en blanco y negro, que apuntan principalmente «al suelo»
Si los vídeos dejan que desear, las fotos son materiales todavía más pobres. No dudamos de su interés científico, pero como elementos de comunicación nos parecen tremendamente pobres.
Muchas de ellas en blanco y negro, casi todas apuntan «al suelo» para grabar la huella de la nave al pasar por la supeficie marciana, o ilustrar elementos del trabajo científico del Rover, como cuando se muestra el impacto de un láser sobre una roca marciana o el resultado de una perforación en la superficie.
Lo más cercano a un paisaje marciano se construye con un montaje de imágenes de las distintas cámaras:
Una imagen que no podría faltar, «el autoretrato» se consigue también combinando imágenes para dar este resultado:
Y así sigue una gran proliferación de vídeos y de imágenes, que no es de extrañar no hayan tenido mucha difusión en los medios de comunicación de masas. En el mundo digital, el resultado es que en su cuenta de Youtube, NASA Jet Propulsion Laboratory cuenta con 122.411 suscriptores, y su vídeo más popular «Curiosity Descent», 3.863.861 reproducción a fecha de hoy.
Un ejemplo de una buena comunicación: Red Bull y el salto de Felix Baumgartner
Sin lugar a dudas, Red Bull sabe comunicar mucho mejor que la NASA los eventos que patrocina, aunque no sean tan espectaculares y ni mucho menos supongan el mismo coste.
El boom mediático que consiguió con la reproducción en directo en muchas TV del mundo, los numerosos vídeos que siguieron en Youtube (sólo el oficial cuenta con casi 37 millones de reproducciones hoy en día), y la explosión de actividad relacionada en redes sociales, son los resultados de una buena planificación de la comunicación del evento. A día de hoy, en el canal de Red Bull en Youtube este vídeo es el más popular, y Red Bull cuenta con 3,7 millones de suscriptores.