En nest encontraréis una antigua aspiración de la domótica inteligente en un concepto reinnovado, que ahora sí parece que puede funcionar.
Un poco de historia
Todos los que hemos tenido cierta formación y contacto con la tecnología, recordamos las primeras y valientes iniciativas de control domótico desde terminales telefónicos, desde ordenadores de sobremesa, … La ambición de fondo era más amplia, el control de los dispositivos electrónicos del hogar a distancia para el confort, la seguridad, el ahorro de tiempo,… A lo largo de estos años, muchos lo han intentado y ninguna solución ha llegado a generalizarse o ganar un éxito relevante.
Desgraciadamente, hemos aprendido que no basta con que la tecnología lo haga posible. La lección es que el diseño «humano» de los terminales y de los dispositivos de control a distancia, alineados con las expectativas y el entorno del consumidor, sí importa.
Para los que conocéis el diseño de las gafas de Google, os traigo una divertida foto para que reflexionéis sobre lo que os acabo de comentar.
¿Qué es nest?
Nest es un termostato «inteligente» reinnovado, con un diseño atractivo y moderno que pensamos es bastante compatible con cualquier proyecto de decoración en el hogar, que ofrece una respuesta a la preocupación (necesidad) creciente de ahorro energético y que se hace tremendamente sencillo de manejar gracias al control a través de una app con smartphone.
Nest es un termostato «inteligente» reinnovado. A las funciones típicas de programación de los termostatos, los diseñadores de Nest le han aportado funciones de aprendizaje en base a la experiencia y sensores de presencia para detectar situaciones específicas (p.ej. la ausencia prolongada de habitantes en la cas) ante las que actúa de determinadas formas. La interfase de usuario del dispositivo es tremendamente sencilla (la veréis en grados Farenheit en la foto) y nos parece acorde con la tendencia de convertir en sencillo un dispositivo complejo.
Gracias a las tecnologías móviles, la interfaz de control asciende también al nivel de las expectativas personales del consumidor moderno. Las barreras y soluciones deficitarias que se habían intentado en el pasado, son ahora superadas claramente por los smarphone y las apps, que aportan por fin un control 24 horas de cualquier incidencia, de cualquier cambio, una comunicación permanente y continua con el dispositivo.
Nos parece que llega el momento de recuperar objetivos aún más ambiciosos, y que estamos a punto de vivir una auténtica explosición de dispositivos electrónicos domésticos conectados a Internet. Si no, al tiempo.