Soy un apasionado de la Innovación en valor, de los océanos azules, de las nuevas categorías.
Cuando descubrí esta herramienta, todas las otras metodologías desaparecieron en mi mente. No conozco otra más simple que aporte tantas ideas y vías para reflexionar sobre qué es aportar valor para una organización, para una oferta.
La mayor parte de las empresas se ciegan pensando que el producto y el precio son las únicas componentes a su alcance para aportar valor. Cuando sólo se ven estas dos, sólo hay dos vías para competir: dar más por el mismo precio, o bajar los precios por lo mismo.
La Ecuación del valor nos presenta otras vías para competir, sin bajar los precios ni modificar en lo fundamental nuestros productos o servicios:
Competir en imagen de marca. Hace casi 40 años que laos que son hoy grandes líderes de las principales categorías de producto, descubrieron el “poder” de la imagen de marca, del posicionamiento en la mente de los consumidores y cómo alcanzarlo gracias a la publicidad. Cualquier organización debería conocer esto y tenerlo en consideración.
Competir ahorrando esfuerzos. Sin lugar a dudas es una fuerte tendencia y un nicho relevante para plantear nuevos negocios, que reinventen soluciones que ya existen pero ahorrando esfuerzos a los clientes. La sociedad líquida se impone.
Competir reduciendo riesgos. El riesgo reduce el valor de nuestra oferta. Muchas son las componentes de riesgo en cualquier oferta: el riesgo sobre la solvencia de un proveedor; el riesgo sobre cuál será su estrategia de futuro; el riesgo asociado a una mala decisión; … Si compito reduciendo riesgos a mi Cliente, le aporto valor sin duda.
En el vídeo podéis ver la ecuación con cinco componentes. Profundizando en ella, en MEJORA hemos detectado hasta 3 componentes adicionales, 2 para el mundo de los negocios digitales y otra más para el de los servicios. En posteriores post, os hablaremos de ellos.